Desde mi experiencia en Argel |
Tenía yo 30 años, cuando en 1969 por circunstancias inesperadas me ofrecí para ir a Argel a sustituir a una Javeriana que tenía que venir a España para que la operaran. Estaba en aquel país una pequeña comunidad de Javerianas que dirigían una escuela del ayuntamiento. En ella se enseñaba corte y confección, bordado, puericultura, cálculo y árabe. La Javeriana a la que sustituí era muy querida por las alumnas y a mí no me recibieron con mucha alegría. Poco a poco fui conociéndolas a través de su religión, sus costumbres y fiestas populares, su gastronomía, su artesanía, y su música.
SU RELIGIÓN
Las alumnas eran chicas
de 17 a 20 años, muy religiosas; con ellas se podía hablar muy
a menudo de DIOS aunque con conceptos muy diferentes a los míos. Creen
en el mismo Dios y que Jesús es un profeta nacido de una virgen llamada
María pero les parece una aberración que los cristianos digamos
que es Hijo de Dios. Las mujeres no pueden rezar ni ayunar cuando tienen la
menstruación, cuando terminan, se tienen que purificar, lavar su habitación
etc. Durante el Rhamadan es cuando ayunan y cuando ellas se sienten más
musulmanas ya que cumplen con una ley del Corán a la que dan suma importancia,
no comer ni beben mientras hay luz. Me admiraban por su fuerza de voluntad y
su convencimiento de que no debían romper el ayuno ni siquiera para tomar
un medicamento.
SUS COSTUMBRES
Las chicas y las mujeres
en esta época (1969-83) se empezaban a independizar logrando salir de
sus casas para ir a las escuelas y a trabajar y algunas hasta lograban ir a
la Universidad. Muchas de ellas no querían ya casarse con quien les eligiera
su familia, aunque pocas lo lograban. Otras decían que su padre les iba
a buscar el mejor marido. Me invitaban cuando iban a prometerse, y cuando se
casaban. La fiesta de las bodas duraba varios días. Así conocí
también a su familia y asistí a sus fiestas. Por ser religiosa
tanto podía estar con los hombres como con las mujeres Normalmente al
casarse la chica iba a casa de su marido y la suegra se lo hacía pasar
bastante mal ya que era ella la que mandaba y la recién casada tenía
que hacer lo que la suegra decía. Las mujeres que yo conocí eran
mujeres trabajadoras y con mucho aguante y resignación. Logré
conocer a algunas muy a fondo, quererlas y que me quisieran. Esto ha hecho que
pueda comprender mejor a las que he tenido como alumnas en los centros de inmigrantes
en los que he colaborado aquí en España, desde que dejé
Argel.
GASTRONOMÍA
Sus platos más
conocidos con los que me obsequiaban y enseñaron a hacer, fueron el "couscous"
y la "chorba" y muchos dulces con sémola, almendra y miel.
ARTESANÍA
La artesanía
es muy importante en el país y muchas mujeres viven y alimentan a sus
familias a través de ella.
Joyas, jarrones y alfombras, etc. hechas por su propias manos o con sus telares.
Y más importante la riqueza de las mezquitas y los palacios.
Aprendí y enseñé a las alumnas los bordados típicos
de Argelia: el punto "Cherchel", el punto de "Argel" y el
punto "Berber".
Además de los musulmanes estaba la comunidad cristiana, abierta a todos los valores musulmanes, y acogedora con todos los cristianos de tantas nacionalidades distintas y en contacto fraternal con los ortodoxos, protestantes y anglicanos. Algunas fiestas las celebrábamos juntos. Allí crecí durante 14 años, abierta a otra cultura y a otra religión lo que me ayudó a profundizar y saborear la mía.