x ell@s    "encontré al amor de mi alma,
 lo agarré y no lo soltaré jamás
"

 

 

    Desde que soy consciente, mi camino hacía Jesucristo, el Señor, se expresa con una petición, un deseo: el de descubrir qué es conocerle, amarle, servirle...

    El me lo ha ido diciendo a través de lo vivido, de los días, de las personas. Y con su palabra: "Jesús es el Hijo de Dios, Dios está con El y El con Dios... Dios es Amor... quién ama a Dios, ame también a su hermano" (1 Jn, 4, 16-21).

    Poco a poco descubrí que amar y sentirme amada tuvo unos pasos anteriores: Desde cuando me percibía limitada, escasa de recursos personales, desconfiada sino desanimada, atada a lo inmediato y a lo tangible... y, desde ahí, sentir la llamada del Señor y concienciar que quería contar conmigo tal como era, sin condiciones y que quería incluirme en sus planes.

    Desde entonces trato de responder con agradecimiento y alegría, con amor, al Dios Amor que me invita a seguirle.

    Y sé que urge, -porque el Amor es expansivo, contagioso y siempre tiende a abarcar a todos-, darlo a conocer en los ambientes y entre las personas que me puedan rodear.

    Todo gesto que ofrezca apoyo, ánimo, consuelo, todo lo que sea unir, compartir, reconciliar y hacer presente la misericordia de Dios en este mundo. Sé que es mi misión y quiero ser fiel a esa misión. Es mi gran hallazgo, porque "encontré al amor de mi alma, lo agarré y no lo soltaré jamás" (Cant. 3,4)